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REPARTIR VOLANTES

El sábado pasado hubo acciones de difusión para adopción y esterilización en el Zócalo capitalino. Había como siempre personas dedicadas a repartir volantes promoviendo las adopciones caninas.

Pues bien, en algún momento dos jovencitas dedicadas a repartir volantes animando a la gente a adoptar un perro, se percataron de que había un par de policías observándolas detenidamente. Ellas entonces ofrecieron un volante a los hombres. En ese momento no pasó nada.

Unos minutos después, mientras las repartidoras de volantes hacían una pausa para fumar, los policías las detuvieron y subieron a una camioneta bajo el pretexto de estar repartiendo volantes en la vía pública. Se dirigieron al juzgado cívico de la coordinación territorial CUH4 y en el camino detuvieron a una mujer más sin darle explicación alguna.

En el juzgado tomaron huellas y sacaron fotos de las chicas que estaban repartiendo volantes, y les obligaron a quitarse la blusa según ellos para demostrar que no trajeran golpes.

Finalmente se dejó a la jóvenes en libertad después de varias horas y se les entregó un documento en donde consta: "la autoridad encuentra que la conducta desplegada por el presentado no es constitutivo de un hecho, acto u omisión sancionable por esta autoridad".

Repartir volantes no es un delito cívico ni de ninguna otra índole. Los policías declararon que sólo seguían órdenes.

La detención de estas chicas es una violación de las garantías individuales y los derechos humanos, además de una agresión y probablemente una amenaza directa para los activistas animaleros.