Leyes de protección animal en México

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Hace poco, leyendo una página de cachorros en adopción, llamó mi atención un anuncio en donde el dueño de un perro amenazaba con llevar al animal a la perrera si no le encontraban un hogar en una semana.

Los rescatistas de una casa hogar para perros y gatos, descubrieron al cachorro encadenado, con heridas, sucio y sin alimento. Pensaron que alguien lo había dejado abandonado a su suerte y quisieron llevárselo. Cual no sería su sorpresa, cuando al intentar liberar al animal el "dueño" salió de casa aludiendo que no podían soltarlo pues era de su propiedad.

Los representantes de la casa hogar le replicaron las pésimas condiciones en que estaba el perro, a lo que el dueño respondió que de cualquier forma pensaba en llevarlo a una perrera a que lo mataran para ya no tenerlo, y les dio una semana de plazo para encontrarle otro hogar si es que realmente se lo querían llevar.

Lo curioso de todo este asunto es que el hombre tiene razón, según la Ley de Protección a los Animales del Distrito Federal (entidad donde encontraron al canino), el dueño tiene todo el derecho a conservar al animal sin importar las condiciones en que lo mantenga pues es de su propiedad a menos que exista una denuncia ciudadana de por medio o se compruebe que existe el riesgo de una epidemia pública derivada de zoonosis (transmisión de enfermedad animal-humano).

Es decir que la mascota está catalogada como objeto de compra-venta y por lo tanto nadie puede llevarse al cachorro de lo contrario podría ser acusado de robo. En caso de maltrato, lo correspondiente es denunciar ante la autoridad y entablar juicio.

Sin embargo, dada la amenaza que hizo el propietario en este caso, era imposible establecer una demanda a tiempo antes de que el dueño matara al animal. Por lo cual se recurrió urgentemente a buscar un hogar.

Sí, existen leyes de protección animal; pero no están previstas para ayudar a un animal maltratado en forma inmediata, pues todavía se considera al animal como una especie de objeto en donde no se puede intervenir sin el permiso del dueño.

Por cierto, algunas normas de la Ley de Protección a los Animales no se aplican a espectáculos como corridas de toros o peleas de gallos, típicas del País. Estas son excepciones establecidas dentro de la misma Ley.

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