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Algunas versiones aseguran que se trataba de un asunto publicitario. El caso es que afortunadamente ya se sancionó a los responsables bajo el cargo de crueldad animal, que en Rusia SÍ es delito. También se está investigando a la empresa que los contrató.
El pobre burro estaba en un estado de crisis nerviosa cuando lo bajaron y tuvieron que suministrarle calmantes.
El vídeo aquí:
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