Todavía no hay suficientes laboratorios cerrados porque experimentan con animales, muchos de ellos siguen probando sus productos en animalitos y lo peor de todo es que las leyes lo permiten.
Aunque en muchos países sí se cierran lugares y empresas
porque experimentan con animales, esta no es la norma general.
El problema con la
experimentación animal es que los
animales tienen que pasar por pruebas dolorosas y hasta mortales, para evitar que productos tóxicos lleguen al uso humano. Cada año se lanzan al mercado nuevas fórmulas de productos para el aseo personal, cosméticos y limpieza pero antes de llegar a las estanterías de supermercados, tiendas y perfumerías, han pasado por una serie de pruebas crueles e innecesarias, dejando atrás a millones de
animales lastimados y sacrificados.
Anualmente son millones de
animales los que son sometidos en vida a todo tipo de pruebas. Se obliga a conejos, cuyos, ratas, ratones, entre otros animales, a ingerir sustancias diversas, o se les aplican compuestos potencialmente irritantes o corrosivos en la piel y en los ojos para ver qué pasa. Tras el tormento, son sacrificados o reutilizados.
¿Por qué se utilizan animales para probar cosméticos?
Porque los seres humanos, a pesar de ser también animales, se piensan superiores al resto del reino
animal. Esto alimentado por los cambios en su evolución que le han permitido habilidades que otros
animales no poseen como la creación de tecnología, el grado de complejidad del lenguaje, la capacidad de modificar su entorno con herramientas complejas, etc.
Algunas religiones también educan culturalmente a sus seguidores para creer que el mundo está para ser "sometido" por el ser humano, y que por lo tanto los seres humanos tienen derecho a disponer de los
animales aunque sea en forma cruel y degradante.
Por esas razones, la
experimentación animal se volvió la primera opción cuando comenzó a desarrollarse la química para el uso de la cosmética y la medica.
Todos queremos que los artículos de aseo personal y de limpieza funciones y que no nos hagan daño, por lo que los organismos reguladores de todo el mundo le exigen a las empresas que prueben que sea así. Tradicionalmente, las sustancias químicas se han venido probando en
animales para demostrar que son efectivas y seguras.
Sin embargo, no es necesario realizar pruebas en
animales para verificar que los productos sean seguros, hay múltiples combinaciones de ingredientes que se han establecido como seguras para los seres vivos por sus propiedades químicas. También hay métodos modernos para comprobar la eficiencia de los medicamentos y cosméticos, así como para predecir las reacciones que tendrá cada compuesto, como por ejemplo la piel humana reconstituida donada por la cirugía estética o el uso de proteínas in vitro.
Aún así, todavía hay quienes
experimentan con animales ¿por qué? básicamente
porque pueden y se sienten con derecho a hacerlo:
porque los organismos reguladores aún no han aprobado o aceptado nuevas pruebas que no sean en
animales, porque algunas compañías de cosméticos venden productos con ingredientes innovadores en donde aún se utilizan las tradicionales pruebas en
animales, porque los gobiernos de todo el mundo todavía permiten que las pruebas se realicen.
¿Sabías qué?
- Más de 300 millones de animales sufren cada año en laboratorios de todo el mundo.
- Entre ellos perros, gatos, ratones, cerdos, cabras, chimpancés, monos, cuyos y muchas más especies.
- Más del 80% de la experimentación con animales se centra en la industria cosmética y en la higiene.
- En ocasiones, los experimentos con animales se ocultan tras leyendas como "clínicamente comprobado" o "probado bajo control dermatológico".
- Grandes corporaciones internacionales están entre las principales empresas líderes en ventas que experimentan con animales.