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"El zoológico de Beijing, en China, es curioso: por un lado, advierten al visitante que está prohibido alimentar a los animales, pero por otra parte, les da la posibilidad de alimentarse de ellos. ¿Cómo es esto?
Bin Feng Tang, restaurante situado dentro de las inmediaciones del polémico zoo, tiene en su menú platos que incluyen deditos de hipopótamos, cola de canguro y penes de ciervo, entre otras delicias. Así, luego de sacarle fotos y encariñarse con los animalitos enjaulados, los visitantes, pueden comérselos a un precio que va de los 100 a los 1000 Yuan (entre 15 y 150 dólares).
Luego de que la noticia fuera publicada por el diario Legal Daily, empezaron a llover las críticas. “Es totalmente inapropiado que un zoológico venda este tipo de platos”, condenó Ge Rui, de la organización International Fund for Animal Welfare. “Es socialmente irresponsable”, disparó.
Los dueños del restaurante, que también vende sopa de hormigas, escorpiones, pavos reales y huevos de avestruz, aseguran que los animales que se utilizan para sus manjares no provienen de las jaulas, sino de granjas y que la comercialización de estos platos no es nueva, sino que lleva años.
Lo concreto es que los platos se venden como nunca, aunque Bin Feng Tang quitó del menú la leyenda que indicaba qué partes de cada animal eran las más ricas y nutritivas, según la medicina china. Un gesto de delicadeza."
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