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Si de abusos contra los animales se trata, los griegos, españoles y los habitantes de las Antillas Holandesas son los peores, aunque tampoco se quedan muy atrás los venezolanos y los mexicanos, denuncia la Fundación internacional Ayuda de Animales Sin Fronteras.
"No hay peor lugar para los animales que Grecia, porque a los griegos no les importan, más bien los ven como objetos desechables", dice a BBC Mundo Mark Erwin Bos, director de la Fundación con sede en Países Bajos y cuyos estudios son tomados en cuenta en los debates tanto del congreso holandés, como del Parlamento Europeo.
"Lo más escandaloso de Grecia son sus campañas masivas de envenenamiento para limpiar las calles de gatos y perros, una práctica que se sigue repitiendo desde los Juegos Olímpicos de Atenas", agregó.
Por ello, asegura Bos, no es sorpresa que Grecia aparezca -en el informe anual del organismo- en el primer lugar de la lista de países que más abusos cometen contra los animales.
El estudio elaborado por la organización fundada en 1996 con motivo del Día Internacional de los Animales, examina la situación en 53 países y está basado en investigaciones propias y quejas reportadas por turistas, fundaciones locales y asociaciones veterinarias.
Detrás de los griegos figuran los españoles, quienes enfrentan quejas por su espectáculo taurino y por festividades como la del Toro de Júbilo, que consiste en arrastrar a un toro hasta la plaza del pueblo de Medinaceli para luego prenderle fuego a sus astas.
Además, se mencionan en España los actos de crueldad cometidos contra los perros que nunca ganan en las carreras de galgos.
La denuncia del caso español ha trascendido hasta el Parlamento Europeo, donde algunos eurodiputados, como el verde Raúl Romeva, demandan la prohibición de los festejos tradicionales que incluyen maltrato hacia los animales.
En América Latina, Venezuela y México son los peores parados, ocupando la quinta y décima posición respectivamente, en la lista negra de países con mayores casos de abusos contra los animales.
El organismo denuncia que en Venezuela, para los taxistas es un deporte patear un perro callejero mientras está bebiendo agua, mientras que en México, son cada vez mayores las denuncias relacionadas a las corridas de toros y las peleas de apuesta de gallos y perros, 875 quejas en total en 2009.
"Pero los reportes sobre México y Venezuela son sólo un indicio de la realidad en estos países, donde los políticos son los primeros desinteresados en proteger a los animales".
Para la legisladora holandesa Marianne Thieme, líder del Partido de los Animales (PvdD por sus siglas en holandés), seguirán habiendo abusos mientras la élite política no promueva legislaciones que protejan los derechos de los animales.
"Entre los políticos existe la idea equivocada de que si benefician los derechos de los animales es en perjuicio de los intereses de la especie humana, pero están muy equivocados, porque el bienestar de ambos va de la mano", dice a BBC Mundo Marianne Thieme, fundadora del primer partido en el mundo defensor de los intereses de los animales.
Pese a las violaciones sistemáticas contra los animales, el movimiento político de defensa del reino animal ha ido ganando terreno desde que el parlamento holandés hiciera historia en noviembre de 2006 al recibir por vez primera un partido inspirado en la defensa de la fauna.
Desde que el PvdD colocó 2 diputados en el congreso holandés, han surgido agrupaciones políticas similares en nueve países, Austria, Inglaterra, Canadá, Bélgica, Suecia, Brasil, Dinamarca, España y Francia.
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