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Si leemos un poco acerca de los asesinos seriales, veremos que la gran mayoría empieza su carrera torturando o matando animales, acciones que ocurren en edades muy tempranas en algunos casos antes de los siete años de edad.
Niños que destazan pollitos, torturan gatos o matan perros con patadas y golpes. Esto se debe a la falta de empatía de estos criminales. No son capaces de tener emociones ni remordimientos. La muerte de otro ser vivo sea animal o humano les provoca placer y el dolor que sienten sus víctimas les es indiferente.
Según Randall Lockwood -psicólogo y vicepresidente de Humane Society of the USA- no todos los que han torturado animales se convertirán en asesinos seriales; pero casi todos los asesinos seriales han cometido actos de crueldad con animales. Al respecto él declara:
"La crueldad hacia los animales no es una válvula de escape inofensiva en un individuo sano... es una señal de alarma".
En sus inicios, muchos asesinos seriales realizan sus fantasías de tortura y crueldad, con animales. En un estudio llevado a cabo por el FBI, entre 36 asesinos múltiples convictos, el 46 % declaró haber torturado animales durante su adolescencia.
De acuerdo con los expertos, el abuso hacia los animales es síntoma de un grave disturbio mental. El Manual de Psiquiatría y Desórdenes Emocionales lista la crueldad contra los animales como un criterio de diagnóstico para los desórdenes de conducta.
La antropóloga Margaret Mead dice:
"Una de las cosas más peligrosas que le puede suceder a un niño es matar ó torturar a un animal y cargar con ello".
El abuso generalmente está dirigido al más desvalido, el abuso animal y el abuso de los niños a menudo van de la mano. Los padres que niegan al animal la necesidad de un cuidado apropiado ó abusan de animales, también abusan ó descuidan a sus propios hijos. Los niños que abusan de los animales, tal vez repitan la lección aprendida en casa; y como sus padres, responden a la angustia y a la frustración, con violencia. Su violencia es dirigida al único ser de la familia mas vulnerable que ellos mismos: el animal. La violencia doméstica es la base más común para la crueldad infantil contra los animales.
Las comunidades deben reconocer:
EL ABUSO DE CUALQUIER SER VIVIENTE ES INACEPTABLE Y NOS PONE EN PELIGRO A TODOS
Y eso va para quienes opinan que el maltrato animal no es tan grave y que hay cosas más importantes que resolver. O para quienes excusan la conducta violenta de un niño o joven hacia los animales, disculpándolos por su edad.
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