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HUMBERTO CAVAZOS CHENA

Quizá pocos hayan escuchado hablar de este personaje, un tal Humberto Cavazos Chena, abogado laboralista.

Humberto Cavazos Chena es un abogado conocido en el medio por una importante razón: trabaja para el gobierno federal y lleva la demanda laboral que generó el cierre de Luz y Fuerza del Centro (LyFC) y que dejó sin empleo a 44 mil trabajadores. Por supuesto el gobierno le ha de pagar muy bien.

Pero hay otra faceta que pocos conocen de Humberto Cavazos: asesino de animales.

De hecho hace poco se le vio posando en unas fotos, sonriente, exhibiendo los cuerpos de estos pobres animales -todos ellos en peligro de extinción- sobre sus hombres.

Aquí un extracto de la revista Proceso, que describe las fotos de Cavazos Chena:

"El león yace en la sabana. Es un macho de majestuosa melena vencido por la bala certera del intrépido trampero que se fotografía rifle en mano y con gesto triunfante. Matar a un león macho es difícil en estos tiempos. Son tan pocos que sólo 8% de los cazadores logra dar muerte a uno.

A esa conclusión llegó el organismo británico Lion Aid en un estudio difundido en diciembre último. Apunta que sólo quedan 25 mil ejemplares en el mundo, de los cuales 2 500 son machos. Matar a uno cuesta 35 mil dólares (alrededor de 430 mil pesos mexicanos), según referencias periodísticas.

Otra imagen. Un elefante derribado sirve de tapete al mismo cazador que reposa sobre el cuerpo del animal. Apoya una de sus manos sobre el gigante caído, mientras alza la otra y muestra su pulgar. En la siguiente fotografía se observa su sonrisa entre los colmillos del paquidermo; la escopeta se erige en paralelo a las puntas de marfil.

En la mayoría de los países matar un elefante es motivo de cancelación de caza y una multa millonaria. En la Universidad de Washington se estima que en el mundo quedan 460 mil elefantes africanos, descontando el que mató el cazador de las fotos.

El año pasado, cuando se desató el escándalo del rey de España, Juan cCarlos de Borbón, el diario madrileño El Mundo reveló que cazar un elefante en Botsuana, por ejemplo, rondaba los 30 mil euros, sin incluir el costo del viaje.

Hay más imágenes con piezas en peligro de extinción. En una de ellas el cazador lleva en sus hombros un leopardo; en otra, levanta la cabeza de una gacela muerta para simular que aún está viva; una más, lo muestra bajo una cornamenta colgada en la pared.

Un borrego cimarrón, un robusto antílope kudú, un antílope sable y un búfalo africano; todos ellos forman parte de la fauna rendida a los pies del intrépido cazador y al cañón de su escopeta; lo mismo que una terrible hiena moteada transfigurada en un peludo fiambre.

Él se ha retratado -casi siempre solo o con africanos que visten harapos- con faisanes que cuelgan de sus manos como plumíferos racimos; también con una cebra cuya piel probablemente terminará convertida en tapiz en su sala de trofeos".

Por supuesto, el cazador no es otro que Humberto Cavazos Chena "asesino de animales".

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TIBURONES EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

Durante años, el cine y la televisión se han encargado de proyectar en la imaginación humana que los tiburones son una seria amenaza; pero lo cierto es que los son los tiburones quienes están en peligro de extinción por causa de los humanos.

Los tiburones tienen un desarrollo anatómico lento y poca descendencia, lo cual los hace vulnerables ante la caza humana. Hoy los tiburones están en peligro de extinción, se estima que se capturan cerca de 100 millones de tiburones al año en forma accidental sin contar con la cacería furtiva.

Como ejemplo está el tiburón Martillo, que en el Atlántico Noroeste disminuyó 98% en tres décadas, y ha desaparecido un 99% en el Mediterráneo.

Lo cierto, es que los tiburones rara vez atacan al hombre, su dieta suele consistir en peces más pequeños que rondan su hábitat natural.

En cambio, los humanos sí cazan tiburones para obtener sus hígados, considerados ricos en aceites y vitaminas, así como sus aletas que suelen utilizarse en preparación de sopas y caldos.

Es por eso que los tiburones han entrado en la lista roja de Greenpeace de animales en peligro de extinción.

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ELEFANTE QUE HABLA

Hay varios animales que hablan, pueden imitar voces, palabras y frases humanas si se les entrena para ello, como los pericos por ejemplo; pero no solamente las aves pueden aprender a hablar, en Asia hay un elefante que habla.

Sí, no es producto de una sobredosis del alcohol, tal como lo leyeron: Un ELEFANTE QUE HABLA.

Se llama Koshik y es un elefante que habla coreano, al menos cinco palabras: hola, no, siéntate, acuéstate, bueno.

Para poder hablar, el elefante Koshik coloca la punta de su trompa en la lengua y así es capaz de reproducir sonidos idénticos a palabras humanas.

Este elefante que habla ha dejado sorprendido a muchos.

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PERROS QUE SE MUERDEN LA COLA

Todos alguna vez hemos visto a perros que se muerden la cola. La persiguen compulsivamente dando vueltas en círculos tratando de alcanzarla.

Parece que juegan, pero desafortunadamente los perros que se muerden la cola NO están jugando. De hecho se trata de una enfermedad mental.

Un estudio de la Universidad de Helsinki ha encontrado similitudes entre los perros que se muerden la cola y el trastorno obsesivo compulsivo que sufren los humanos, conocido como TOC.

Entre los perros que se muerden la cola y los humanos que sufren de TOC, juegan un papel muy importante la alimentación, las experiencias de la infancia y la genética.

Hay perros que son más susceptibles que otros a desarrollar esta conducta. Tanto los perros que se muerden la cola como los humanos que sufren TOC, tienden a ser tímidos y a asustarse con el ruido.

El estudio demostró que los perros que consumen complementos vitamínicos tienen menos posibilidades de desarrollar enfermedades mentales compulsivas. Al igual manera, los humanos mal alimentados sufren más trastornos obsesivos.

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REPARTIR VOLANTES

El sábado pasado hubo acciones de difusión para adopción y esterilización en el Zócalo capitalino. Había como siempre personas dedicadas a repartir volantes promoviendo las adopciones caninas.

Pues bien, en algún momento dos jovencitas dedicadas a repartir volantes animando a la gente a adoptar un perro, se percataron de que había un par de policías observándolas detenidamente. Ellas entonces ofrecieron un volante a los hombres. En ese momento no pasó nada.

Unos minutos después, mientras las repartidoras de volantes hacían una pausa para fumar, los policías las detuvieron y subieron a una camioneta bajo el pretexto de estar repartiendo volantes en la vía pública. Se dirigieron al juzgado cívico de la coordinación territorial CUH4 y en el camino detuvieron a una mujer más sin darle explicación alguna.

En el juzgado tomaron huellas y sacaron fotos de las chicas que estaban repartiendo volantes, y les obligaron a quitarse la blusa según ellos para demostrar que no trajeran golpes.

Finalmente se dejó a la jóvenes en libertad después de varias horas y se les entregó un documento en donde consta: "la autoridad encuentra que la conducta desplegada por el presentado no es constitutivo de un hecho, acto u omisión sancionable por esta autoridad".

Repartir volantes no es un delito cívico ni de ninguna otra índole. Los policías declararon que sólo seguían órdenes.

La detención de estas chicas es una violación de las garantías individuales y los derechos humanos, además de una agresión y probablemente una amenaza directa para los activistas animaleros.

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LOS ANIMALES Y SU COMPORTAMIENTO

Generalmente cuando pensamos en los animales y su comportamiento, les atribuimos conductas pensando 100% en su origen biológico.

Ayer ya comentábamos la opinión de una veterinaria que nos explicaba que los perros se vuelven agresivos en condiciones de hambre extrema debido a que son parientes de los lobos.

Pues bien, aquí hay otra opinión sobre los animales y su comportamiento, que nos recuerda que la conducta animal no sólo depende de la biología sino también del ambiente. Dicho sea de paso, la hambruna es un factor externo en donde se desarrolla la vida animal:

"La carta en cuestión [la de la veterinaria] se caracteriza por su superficialidad, por carecer del mínimo análisis de las causas de fondo de la supuesta violencia canina, y por atribuirles a los cánidos una malvada naturaleza agresiva y violenta. debida al simple hecho de estar filogenéticamente emparentados con los lobos.

Como biólogo que soy, investigador de la UNAM y conocedor de la teoría de la evolución, me corresponde aclarar que un parentesco filogenético no implica necesariamente la herencia de características conductuales, que estas son producto de un conjunto de condiciones específicas de los ambientes en los que se desenvuelve una población o un individuo...

En este sentido, la carta a la que aludo no se preocupa en lo más mínimo por considerar el ambiente en el que estos animales se han visto obligados a vivir. Una enorme mancha urbana, invivible incluso para los humanos, llena de ruido, basura, autos, camiones, planchas de concreto y cemento, insalubridad y con una sociedad acostumbrada a inflingir tratos crueles y sufrimiento deliberado a los animales. ¿A quien corresponde la responsabilidad por la creación de estas insoportables condiciones de supervivencia?"

Efectivamente el comportamiento animal depende mucho del ambiente, es como en el caso de los perros de pelea, no es que haya especies agresivas propiamente dichas sino que se educa a ciertos perros para que sigan esa conducta. Ahora bien, en este caso específico, son los humanos quienes eligen perros con ciertas características físicas (corpulentos, fuertes, con dientes grandes) para que tengan ventajas durante los ataques.

En caso de los perros de Iztapala a los que se alude últimamente en todas partes, a pesar de lo que mucha gente cree, no serán sacrificados. De hecho muchos de ellos tienen "dueños" (¿qué hace un perro con dueño desnutrido y vagando por las calles?), otros serán llevados a albergues de protectoras.

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PERROS Y LOBOS

Los perros son parientes de los lobos, y es por esa razón que perros y lobos tienen mucho en común.

Justamente en cuanto a la relación entre perros y lobos, una veterinaria hizo el siguiente comentario respecto a los ataques de jaurías:

"Cómo médico o veterinario sabemos diferencias cuando es mordedura de perro y cuando es con objeto punzocortante o un balazo. La etología es la ciencia conductual de los animales; ella nos asevera que, tras el abandono, los perros se vuelven cimarrones; es decir, retornan a un estado salvaje o semisalvaje.

Ahora, los defensores de animales no deben rasgarse las vestiduras en defensa de estos perros. En todo caso hace bien la autoridad para que sean analizados de manera forense y, en su caso, si se encuentra tejido humano en sus estómagos deben ser sacrificados por el bien de la comunidad.

Recuérdese que Canis canis es pariente en segundo grado de Canis lupus. Los lobos, en caso de hambre, no dudan en atacar al hombre.

Además, la emaciación (extrema delgadez) de estos animales, me indica, como veterinaria que soy, que viven con hambre crónica y ello los hace feroces; así que es alta la probabilidad de que sean los atacantes en jauría. Aun cuando sean perros criollos, no por esa causa se les erradica la tendencia al salvajismo".

Hasta aquí la cita y el comentario en cuanto a lobos y perros. Quisiera aclarar una cosa, no soy partidaria del sacrificio animal; pero es verdad que los perros son parientes de los lobos y que el hambre extrema los vuelve agresivos (un lobo sin hambre no ataca), y como cualquier animal hambriento cazarán lo que sea para sobrevivir, lo cual convierte a las jaurías en peligro para los humanos.

Lo ideal sería que no hubiera perros callejeros sufriendo y haciendo sufrir, de ahí la importancia de esterilización y el cuidado responsable.

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JAURÍAS

Jaurías es el término que se le da a las manadas de perros.

Una de las razones por la que los grupos animalistas insisten en la esterilización de perros y gatos, es la sobrepoblación de estas especies en zonas urbanas. Los perros particularmente forman jaurías, y esto puede ser verdaderamente peligroso para las personas.

Basta con ver el triste caso de las cuatro personas que murieron atacadas por jaurías en el Parque Cerro de La Estrella.

Las jaurías de perros suelen ser peligrosas por varias razones:

1. El perro es un pariente del lobo. Animal carnívoro que caza para alimentarse.

2. En los parques suele haber otros perros que han vivido de forma salvaje incluso desde cachorros, guiando a otros canes en esta conducta.

3. Los perros se sienten seguros estando en jauría, y no les dará miedo atacar a una persona sola.

En los últimos años las jaurías han crecido en ciertas zonas de la Ciudad de México, sobretodo aquellas que tienen cerca reservas ecológicas, dando pie a que muchos perros se refugien en cuevas y zonas verdes. Estos perros, al no estar esterilizados se reproducen, generando así nuevos miembros para la manada.

Entre las zonas en donde se han reportado jaurías están: Chapultepec, Bosque San Juan de Aragón, Parque Cerro de la Estrella en Iztapalapa.

La mayoría de los perros callejeros son animales que fueron abandonados sin ninguna consideración, sin cuidado previo y sin esterilización. De manera que cuando van a dar a las calles se multiplica el problema de sobrepoblación de perros callejeros que en ocasiones se vuelven salvajes como en el caso de las jaurías detectadas en el Distrito Federal.